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¿PODRÁ LA PRÓXIMA ALCALDESA MONSERRAT CABALLERO SACAR A TIJUANA DEL RANKING DE LAS CIUDADES MÁS VIOLENTAS DEL MUNDO?
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¿PODRÁ LA PRÓXIMA ALCALDESA MONSERRAT CABALLERO SACAR A TIJUANA DEL RANKING DE LAS CIUDADES MÁS VIOLENTAS DEL MUNDO? 

Por José Manuel Yepiz

Tijuana es una ciudad con un dinamismo económico impresionante gracias a la creatividad y visión de su gente, sin embargo en los últimos años ese esfuerzo se ha empañado con la etiqueta mundial de la violencia.

La alcaldesa electa Monserrat Caballero toma las riendas del ayuntamiento de Tijuana el 1 de octubre y hay muchas expectativas de cambio en todos los rubros como es la seguridad.

Los diversos sectores de Tijuana piden a gritos salir del ranking de la violencia y es el gran reto que tiene la próxima Presidenta Municipal de Tijuana, la morenista Monserrat Caballero.

La ex legisladora local conoce ampliamente el tema de la violencia que ocurre en Tijuana, desde áreas operativas, como es el caso de servicios periciales, atendió escenas del crimen hace algunos años, como parte del personal de la entonces Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE).

El problema de la inseguridad en Tijuana está demasiado diagnosticado, por lo que la Presidenta Municipal Electa sabe que tiene actuar desde el primero de octubre.

La sensibilidad de mujer y su desarrollo dentro de la cultura del esfuerzo es una posibilidad importante para que las cosas cambien para bien de los tijuanenses.

Durante el 2020 se cometieron 2 mil 155 homicidios dolosos en Tijuana, donde el 90% de los mismos están relacionados con el tema del narcomenudeo.

La alcaldesa entrante debe buscar un programa de atención integral para atender el narcomenudeo, liderear un esquema práctico que lleve el aval del Estado y la Federación.

En Tijuana el negocio del narcomenudeo es familiar, donde al morir uno de sus miembros, la actividad ilícita continúa y es donde posteriormente pierden la vida mujeres y menores de edad.

La actual legislación fomenta la reincidencia, toda vez que ninguna modalidad de narcomenudeo conlleva la medida cautelar de prisión preventiva.

Una puerta giratoria espectacular.

La raíz de los homicidios dolosos que tienen en el top ten de la violencia a Tijuana, es la guerra por el narcomenudeo, principalmente en 4 delegaciones de la ciudad.

La disputa por las esquinas perdidas de Tijuana es el gran tema.

Entendemos que habrá personas que le digan a la Presidenta Municipal que en el tema del narcomenudeo es enfrentar a bandas peligrosas del crimen, pero siempre hay mecanismos para realizar acciones conjuntas con fuerzas federales y estatales, es cuestión de no quedarse con los brazos cruzados nomás mirando lo que sufre la población en las calles.

Monserrat Caballero, fue diputada del distrito XIII, que abarca el área más conflictiva de la ciudad, como es la Zona Este, conoce el tema de los niveles de marginación que son uno de los principales ingredientes de la violencia, por lo que también debe emprender programas de atención social focalizados a la gente de mayor riesgo.

Por el carácter que tiene la próxima alcaldesa, mujer de una sola pieza, inteligente, aguerrida, pero a la vez entusiasta, es de esperar que exija resultados inmediatos a sus subordinados que conformen la Secretaría de Seguridad Pública, donde por cierto no se ha revelado aún quien estará al frente.

Entre los mencionados suena Francisco Castro Trenti, un personaje quizás polémico, sin embargo con experiencia probada, tanto en el ámbito estatal de la seguridad, como en la competencia municipal.

Otro perfil mencionado es Fernando Sánchez, un servidor público con mucho tiempo en las áreas de prevención y quién ocupó el cargo de Secretario de Seguridad Pública Estatal unos meses antes de la fusión de las dos dependencias en lo que hoy es la Fiscalía Estatal.

En mi opinión la Presidenta Municipal podrá sacar del hoyo de la inseguridad a Tijuana en la medida que no se conforme con resultados efímeros y mediáticos.

Seguramente habrá quienes la quieran convencer con el «Canto de las sirenas’ de que por su sola llegada las cosas cambiaron de facto, cuando la atención de la inseguridad requiere construir un nuevo modelo de seguridad, porque actualmente hay muy poco de que presumir en el tema.

La próxima municipe no se debe conformar con el reporte diario de homicidios y el perfil de las víctimas, «eran delincuentes los muertos se escucha decir por los jefes policiacos», sino que debe exigir un informe detallado sobre la capacidad de reacción que tuvo la policía municipal en cada evento de alto impacto.

Lo ideal es que todas las patrullas estuvieran monitoreadas con GPS para saber si antes de algún evento delictivo hubo alguna unidad que se alejo del evento en apoyo a los delincuentes o por por temor, pero sabemos que esa capacidad tecnológica es limitada, pero debe existir un mecanismo para tener control sobre la llamada sectorización.

Queda claro que la incidencia en la ciudad no solo es responsabilidad de la Alcaldesa, por lo que los demás actores deben asumir su responsabilidad con los tijuanenses, como es el caso de la Guardia Estatal y Guardia Nacional, quienes tienen que coordinarse dejando de lado los protagonismos de sus mandos.

Tijuana ya merece quitarse la etiqueta de violenta que tiene y solo se logrará con la voluntad y liderazgo de quién despachará en Palacio Municipal a partir del 1 de octubre.

Por el bien de los tijuanenses y sus visitantes, esperamos que Monserrat Caballero logré ganar la gran batalla de pacificar su tierra adoptiva de una vez por todas.

Twitter: @JMYEPIZ

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